Aquella noche mis no-padres iban a copular, pero cuando estaban acariciándose dulcemente él dijo que en agosto podían ir al pueblo, a su vieja casa familiar, y sin querer añadió algo que irritó a ella, por lo que dejó de abrazarle y se apartó. Empezaron una discusión y… Bien, en resumidas cuentas: que así fue como yo no fui engendrado.
Es verdad que después mis no-padres tuvieron hijos (en cierto modo soy el no-hermano de ellos). Uno incluso se llama como me habrían puesto a mí. Pero, por supuesto, no soy yo. Como dije, yo no fui concebido. Estuve cerca, pero no.
Soy, pues, uno de tantos (de esa gran mayoría: de esa ingente no-gente) que nunca han existido.
Ingente no-gente. Qué buena y sabia aliteración!!!!
ResponderEliminarComo "distinto y distante".
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