-Mujer, ¿cuánto te ha costado esta espumadera?
-1,90.
-¿Cómo, tanto? ¡Pero es una barbaridad!
-Sí; es que los agujeros están carísimos. Con esto de la guerra se aprovechan de todo.
-¡Pues la hubieras comprado sin ellos!
-Pero entonces sería un cucharón y ya no serviría para espumar.
-No importa; no hay que pagar de más. Son artificios del mercado de agujeros.
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