LA MATERIA OSCURA desempeña un papel central en la formación de estructuras y en la evolución de las galaxias, y tiene efectos en la anisotropía de la radiación del fondo de microondas. Sólo aproximadamente el 5% de la densidad de energía total en el universo puede observarse directamente.
Todas las estrellas, galaxias y gas observables forman menos de la mitad de bariones, y se cree que esta materia puede estar distribuida en filamentos gaseosos de baja densidad, formando una red por todo el universo en cuyos nodos se encuentran los cúmulos de galaxias.
EL 1 DE septiembre de 1939 Alemania invadió Polonia, usando el pretexto de un ataque polaco simulado en un puesto fronterizo. Alemania avanzó usando la “guerra relámpago”. El Reino Unido y Francia le dieron dos días para retirarse de Polonia. Pasada la fecha límite, el Reino Unido, Australia y Nueva Zelanda declararon la guerra a Alemania, seguidos rápidamente por Francia, Sudáfrica y Canadá.
LA GRAVEDAD DE un agujero negro provoca una singularidad envuelta por una superficie cerrada, llamada “horizonte de sucesos”. Éste separa la región del agujero negro del resto del universo, y es la superficie límite del espacio a partir de la cual ninguna partícula puede salir.
Se cree que en el centro de la mayoría de las galaxias hay agujeros negros supermasivos. La gravedad del agujero negro puede atraer al gas que se encuentra a su alrededor, el cual se arremolina y calienta a temperaturas de hasta 12 millones de grados, esto es, unas 2000 veces la temperatura del sol.
MENOS DE 24 horas después del ataque sobre Pearl Harbour, Japón invadió Hong Kong. Poco después fueron invadidas Filipinas y las colonias británicas de Malasia, Borneo y Birmania, con la intención de apoderarse de los campos petrolíferos de las Indias Holandesas. Aproximadamente 130.000 hombres de la Commonwealth británica fueron recluidos en los campos de concentración japoneses.
TRAS LA EXTINCIÓN total de la energía de una “gigante roja” (estrella de gran masa), la fuerza gravitatoria comienza a ejercer presión sobre sí misma originando una masa concentrada en un pequeño volumen, convirtiéndose en una “enana blanca”. Este proceso puede seguir hasta el colapso de la estrella por su autoatracción gravitatoria, convirtiéndose en un agujero negro.
GUAM FUE INVADIDA el 21 de julio de 1944. Los japoneses lucharon fanáticamente. Las operaciones de limpieza continuaron mucho tiempo después de que la batalla de Guam hubiese acabado. La isla de Tinian fue invadida el 24 de julio. En esta operación se usó por primera vez napalm en una guerra.
Las tropas del general MacArthur liberaron las Filipinas. Los japoneses habían dispuesto una defensa a toda costa y usaron los últimos restos de sus fuerzas navales para hacer frente a la invasión. Fue la primera batalla en que emplearon ataques kamikazes.
Iwo Jima fue conquistada en febrero. La isla estaba fuertemente defendida con multitud de túneles, trincheras y fuertes bajo tierra, pero fue ocupada por los Marines después de tomar el monte Suribachi.
SE ESTIMA QUE existen más de cien mil millones de galaxias en el universo observable. La mayoría de ellas tiene un diámetro entre cien y cien mil parsecs y están generalmente separadas por distancias del orden de un millón de parsecs.
El espacio intergaláctico está compuesto por un tenue gas cuya densidad media no supera un átomo por metro cúbico.
La mayoría de las galaxias están dispuestas en una jerarquía de agregados, llamados cúmulos, que a su vez pueden formar agregados más grandes, llamados supercúmulos. Estas estructuras mayores están dispuestas en hojas o filamentos rodeados de inmensas zonas de vacío.
EL PRINCIPAL LÍDER de los Jemeres Rojos, que tomó por nombre Pol Pot, creó centros de reclusión con el fin de buscar al “enemigo oculto” dentro del Partido y continuar su política de exterminio de cuanto consideraba atentatorio hacia el Estado. El más activo fue el de Tuol Sleng. Salvo los altos mandos nadie sabía qué ocurría allí, pero los campesinos que vivían cerca los llamaban “el sitio donde se entra pero no se sale”. Solamente siete de las 20.000 personas que fueron llevadas para ser “interrogadas” sobrevivieron. Los sospechosos lo eran por razones tan sutiles como usar gafas, conocer un idioma extranjero o tener un título universitario. Tras ser declarados culpables en casi todos los casos, los sospechosos eran condenados a la pena capital, conduciéndoseles a los campos de exterminio. Las ejecuciones se hacían generalmente por contusiones o armas blancas para ahorrar munición. Las víctimas eran aproximadas al borde de la fosa y asesinadas. Para ahogar sus gritos y llantos se colocaba un equipo de sonido con música a todo volumen.
LA VÍA LÁCTEA forma parte de un conjunto de unas 40 galaxias llamado Grupo Local, y es la segunda más grande y brillante tras la galaxia de Andrómeda.
El Sistema Solar se encuentra en el brazo Orión de la Vía Láctea, que forma parte del brazo espiral de Sagitario.
Los brazos son ondas de densidad que se desplazan independientemente de las estrellas contenidas en la galaxia. El brillo de los brazos es mayor porque allí se encuentran las “gigantes azules”, que son las únicas que pueden ionizar grandes extensiones de gas.
LOS HUTUS INTENTARON socavar el poder de los tutsis para lograr un mejor reparto de las tierras. Un incidente en noviembre de 1959 entre jóvenes tutsis y un líder hutu se convirtió en la chispa de una revuelta popular, en la cual los hutus quemaron propiedades tutsis y asesinaron a varios de sus dueños.
En los dos años siguientes unos 20.000 tutsis murieron asesinados.
En 1972, en el vecino Burundi, 350.000 hutus murieron víctimas de los tutsis.
En 1994 el avance del Frente Patriótico Ruandés desencadenó una multitud de masacres contra los tutsis obligando a un desplazamiento masivo de personas hacia campos de refugiados situados en las fronteras.
En agosto de 1995 tropas zaireñas intentaron expulsar a estos desplazados hacia Ruanda. Más de 800.000 personas fueron asesinadas. Casi todas las mujeres que sobrevivieron al genocidio sufrieron violaciones múltiples y muchos de los 5000 niños nacidos de esas agresiones fueron asesinados.
EL MARCO EN que se mueven las cuerdas no es el aparente de cuatro dimensiones temporo-espaciales, sino un escenario en que a las cuatro dimensiones de espacio y tiempo se añaden otras dimensiones compactificadas. Presumiblemente existen una dimensión temporal, tres dimensiones espaciales ordinarias, y siete dimensiones compactificadas imperceptibles para nosotros.
EN OPINIÓN DE Einstein, la realidad que captamos es una especie de ilusión persistente. En tal caso, desconocemos por qué no es una ilusión dulce, ni blanda, ni sencilla.
Miguel Gaya / Himnos de la batalla vencida
ResponderEliminarI
Empujando la carreta donde van los heridos
alejándose del campo de batalla, de la historia
y de todo recuerdo
el médico con su guardapolvos embarrado
bufa y grita y golpea los caballos y los ayudantes
y algún herido que ha bajado del carromato a ayudar
porque ama los hombres
que lleva de cualquier modo, algunos moribundos, otros
quejándose a gritos o llorando quedo,
y los lleva como si sobre sus hombros los llevara
porque le han encargado que los salve
a él, que nunca hizo nada, ni les dijo ni les pidió ni les mandó
que fueran allá, donde la batalla arrecia
y los muertos se apilan, y se apilan los heridos
en espera del médico
que debe sacarlos de allí
a toda prisa
para salvar acaso uno, o dos, cualquiera,
cuando haya tiempo
de mirarlos.
No se puede ganar una guerra, como no se puede ganar un terremoto .
ResponderEliminarTodo el que crea y siembra, es más que algo. Todo el que crea y siembra, es algo Dios.
ResponderEliminar(MIGUEL HERNÁNDEZ)
Viejo es el viento y todavía sopla».
ResponderEliminar(DURÁN)
LA inteligencia busca.
ResponderEliminarEL corazón encuentra.
Y así, de un mundo débil y una existencia torpe nace, breve, el amor.
ResponderEliminar(FRANCISCO BRINES)
Del otro lado de mí, por detrás de donde yazgo, el silencio de la casa alcanza el infinito. Oigo caer el tiempo, gota a gota, y ninguna gota de las que caen se oye caer. El corazón físico me oprime físicamente la memoria, reducida a nada, de todo cuanto fue o fui.
ResponderEliminarSiento la cabeza materialmente colocada en la almohada donde la tengo formando un valle. La piel de la funda mantiene con mi piel un contacto de personas en la sombra.
La oreja misma, sobre la que me apoyo, se me graba matemáticamente contra el cerebro. Pestañeo de cansancio, y mis pestañas producen un sonido muy leve, inaudible, en la blancura sensible de la almohada erguida.
Respiro, suspirando, y mi respiración aparece —no es mía. Sufro sin sentir ni pensar. El reloj de la casa, lugar exacto allá al fondo de las cosas, da las medias secas y nulas. ¡Todo es tanto, todo es tan hondo, todo es tan negro y frío!
Atravieso tiempos, atravieso silencios, mundos sin forma pasan a través de mí.
Súbitamente, como un niño del Misterio, un gallo canta ignorando la noche. Puedo dormir, porque es mañana en mí. Y siento que mi boca sonríe, corriendo levemente los suaves pliegues de la funda que se me engancha al rostro. Puedo abandonarme
a la vida, puedo dormir, puedo ignorarme… Y, a través del sueño nuevo que me oscurece, o recuerdo el gallo que cantó, o es él, realmente, quien canta por segunda vez.
(PESSOA)
Los campos son más verdes en el decirlos que en su verdor. Las flores, si se describen con frases que las definan en el aire de la imaginación, tendrán colores de una permanencia que la vida celular no permite.
ResponderEliminar(PESSOA)
No sólo quien nos odia o nos envidia
ResponderEliminarnos limita y oprime; quien nos ama
no menos nos limita.
Que los dioses me concedan que, despojado
de afectos, tenga la fría libertad
de los pináculos sin nada.
Quien quiere poco tiene todo; quien quiere nada
es libre; quien no tiene, y no desea,
hombre, es igual a los dioses.
(PESSOA)
Ven hasta mí, belleza silenciosa,
ResponderEliminartalismán de un planeta no vivido,
imagen del ayer y del mañana
que influye en las mareas y los versos;
ven hasta mí y tus labios y tus ojos
y tus manos me salven de morir.
(GIMFERRER)
EL CINE DE LOS SÁBADOS
ResponderEliminarmaravillas del cine galerías
de luz parpadeante entre silbidos
niños con sus mamás que iban abajo
entre panteras un indio se esfuerza
por alcanzar los frutos más dorados
ivonne de carlo baila en scherezade
no sé si danza musulmana o tango
amor de mis quince años marilyn
ríos de la memoria tan amargos
luego la cena desabrida y fría
y los ojos ardiendo como faros
(MARTÍNEZ SARRIÓN)
Indiferente
ResponderEliminara lo que en ella pasa,
gira la Tierra.
Me registro los bolsillos desiertos
ResponderEliminarpara saber dónde fueron aquellos sueños.
Invado las estancias vacías
para recoger mis palabras tan lejanamente idas.
Saqueo aparadores antiguos,
viejos zapatos, amarillentas fotografías tiernas,
estilográficas desusadas y textos desgajados del Bachillerato,
pero nadie me dice quién fui yo...
¿En qué escondidos armarios
guardan los subterráneos ángeles
nuestros restos de nieve nocturna atormentada?
¿Por qué vertientes terribles se despeñan
los corazones de los viejos relojes parados?
¿Dónde encontraremos todo aquello
que éramos en las tardes de los sábados,
cuando el violento secreto de la Vida
era tan sólo
una dulce campana enamorada?
Pues yo registro los bolsillos desiertos
y no encuentro ni un solo minuto mío,
ni una sola mirada en los espejos
que me diga quién fui yo.
(MIGUEL LABORDETA)
MUERTE DE UN NATURALISTA
ResponderEliminarTodo el año el barrial que empapaba el lino ulceraba en el corazón
el pueblo; verde y pesado
el lino se había podrido ahí, aplastado por enormes terrones.
achicharrado a diario bajo el severo sol.
Las burbujas hacían gárgaras delicadamente, las moscas azules
tejían una poderosa gasa de sonido alrededor del olor.
Había libélulas, mariposas moteadas,
pero lo mejor de todo era la baba cálida y espesa
de los huevos de rana que crecían como agua coagulada
a la sombra de las orillas. Allí, cada primavera
yo llenaba tarros de mermelada con las gelatinosos
manchitas para ordenarlos en los alféizares de casa,
o en los estantes de la escuela, y esperaba y observaba hasta que
aquellos puntos engordaban y explotaba en ágiles
renacuajos nadadores. Miss Walls nos explicaba por qué
la rana papá se llamaba rana toro
y cómo croaba, y por qué la mamá rana
ponía cientos de huevecillos que eran los
huevos de la rana. Podías predecir el tiempo por las ranas también,
porque se ponían amarillas con el sol y marrones
con la lluvia.
Luego, un día caluroso, cuando los campos hedían
a bosta de vaca entre el pasto, las ranas airadas
invadieron el barrial; me agaché entre los setos
atraído por un rudo croar que no había oído
antes. El aire estaba denso por un coro de bajos.
Justo bajo la presa había ranas panzonas alerta
sobre los terrones; sus cuellos flojos se hinchaban como velas. Algunas saltaban:
los chapoteos y hundimientos eran obscenas amenazas. Algunas quietas,
serenas como granadas de lodo, con sus cabezas chatas, pedorreaban.
Sentí náuseas, me di vuelta y corrí. Los grandes reyes del limo
se habían reunido allí para vengarse, y yo sabía
que si hundía la mano, los huevos la atraparían.
(SEAMUS HEANEY)
Las cosas que había aquí antes de tu muerte
ResponderEliminary las cosas que han venido después:
A las primeras pertenecen en primerísimo lugar
tu ropa, joyas y fotografías
y el nombre de aquella por la que te bautizaron
y que también murió joven.
Pero también un par de facturas, la decoración
de un rincón particular de la habitación,
una camisa que me planchaste
y que guardo con todo cuidado
debajo del montón de camisas,
ciertas piezas musicales y el perro sarnoso
histérico que siempre se está levantando
y riéndose estúpidamente como si estuvieras aquí.
A las segundas pertenecen mi nueva estilográfica,
un perfume bien conocido
sobre la piel de una mujer a la que apenas conozco
y la nueva bombilla que puse en la lámpara de la cama
a cuya luz leo sobre ti
en todos los libros que trato de leer.
Las primeras me recuerdan que exististe.
Las últimas, que ya no existes.
En esta casi inexistencia de diferencia
la que encuentro difícil de soportar.
(Henrik Nordbrandt)
Me imaginaba al viento
ResponderEliminarsin arbustos ni árboles
y al sol sin nuestra piel
entonces te vi andando con los brazos
separados del cuerpo como si
fueses a abandonar la tierra
como si probases el viento
detrás de las montañas a lo lejos tenía
que estar el mar en alguna parte
pero no lo vimos
y pensé que todo tenía ser así
el profundo azul del cielo
y nuestras sombras púrpuras
sobre la nieve
(MIRIAM VAN HEE)
TENGO un epitafio:
ResponderEliminar"Así está bien."
Lo cuido,
crece como hierba.
Lleva una lluvia dentro
y viento
con risas de niño.
Juega a mi alrededor.
Es extraño.
No sé.
Lo más alegre
que he escrito triste.
(JOSÉ ALCARAZ)
Llevo tu ropa
ResponderEliminarque mi cuerpo llena,
me asombro de lo bien que me sienta,
la ropa se asombra también
como si tú misma hubieras regresado-
Dulce confusión,
destinada a ocultar
la semilla que ha perdurado siglo tras siglo.
Llevo tu ropa por las calles en las que tú has creído.
Hazme creer a mí también,
deja que tu luz me encienda.
Las prendas se mueven por sí solas
dejando entrever por las costuras
el resplandor de la semilla
que ha pasado de un siglo a otro.
(ANA BLANDIANA)
ResponderEliminarUn mundo del que entiendo tan poco:
ResponderEliminarlas palabras me envuelven
de niebla y nubes-
en contadas ocasiones algún lucero
con los bordes deshechos
intenta introducir un rayo de sentido.
Todo se encuentra
demasiado lejos,
cuando no demasiado cerca,
las lentes son siempre inadecuadas,
las formas no figurativas,
sin sabor, ni olor,
sólo los dedos perdidos
sobre la áspera superficie
del universo.
(ANA BLANDIANA)
ERA mi libro favorito.
ResponderEliminarEra un regalo de mi padre
lleno de gráficos y epígrafes,
fotografías en color
de máscaras, de buceadores
en el antártico, entre nubes
de krill; de esquirlas de cristal,
de ocelos y cefalotórax
vistos con microscopio cien
veces más grandes, e indecibles,
como lo que sentía con:
y los árboles se volvieron
piedra, escrito junto al fósil
en el que me costaba un poco
dar con el árbol. O al llegar
a lo de la partenogénesis.
o al tratar de entender qué fue
lo que llevó a las procariotas
a fagocitar otras células,
y a convertirse en eucariotas,
inaugurando la noción
misma de vida, separando
lo vivo y lo inerte en el mar
primordial.
¿Fue de mutuo acuerdo,
la carencia de núcleo y de
membrana respectivamente?
¿O el hambre sin más y la lucha
por la supremacía? ¿Fue
un acto rutinario, ciego,
o una singularidad? ¿Cómo
se llega a ser nosotros?
Qué hacemos aún allí,
mi padre y yo, sin responder;
yo con mi libro favorito,
él con mi vida por delante;
los dos mirando al infinito
más próximo, no con nostalgia,
sino con nuestra única certeza:
que no nacemos, no morimos
sólo nos separamos.
(ABRAHAM GRAGERA)
ÍTACA
ResponderEliminarEl amado no
necesita estar vivo. El amado
vive en la cabeza. El telar
es para los pretendientes, encordado
como un arpa con el hilo blanco de un sudario.
Él era dos personas.
Era el cuerpo y la voz, el sencillo
magnetismo de un hombre vivo, y también
el desplegado sueño o imagen
a los que da forma la mujer que trabaja el telar,
que se sienta ahí en un salón lleno
de hombres sin imaginación.
Igual que le tienes lástima
al engañado mar que intentó
llevárselo para siempre
y solamente se llevó al primero,
al verdadero marido, debes
tenerle lástima a estos hombres: no saben
lo que están mirando;
no saben que cuando uno ama de esta forma
un sudario se convierte en un traje de novia.
(LOUISE GLÜCK)
Amé. Es incomprensible como el temblor de los árboles.
ResponderEliminarAhora estoy extraviado en la luz pero yo sé que amé.
Yo vivía en un ser y su sangre se deslizaba por mis venas y
la música me envolvía y yo mismo era música.
Ahora,
¿quién es ciego en mis ojos?
Unas manos pasaban sobre mi rostro y envejecían dulcemente. ¿Qué
fue existir entre cuerdas y espíritus?
¿Quién fui en los brazos de mi madre, quién fui en mi propio corazón?
Es extraño:
solamente he aprendido a desconocer y olvidar. Es extraño:
ahora, el amor
habita en el olvido.
(GAMONEDA)
CARNE somos, Menfis
ResponderEliminarríos de sangre
recorren el alma;
en sus frágiles alas nos llevan
de un lugar a otro.
Fuertes en el amor
contemplamos el mundo.
Mas qué poco somos
cuando este nos abandona.
Ícaros de nuestros sueños,
nuestras alas se derriten,
y un abismo sin fin
nos abre sus fauces,
en una caída sin retorno.
(ANTONIO SOTO)
Creemos ser seres, pero en verdad somos estares.
ResponderEliminar(RAFAEL BALDAYA)
Ha llegado el invierno
ResponderEliminara la casa del monte, y ha venido
apretado en la piña
de mi última niñez, la gratitud.
Me miraba en el fuego, vi pagadas
mis deudas, no encontré
tampoco a mis deudores, cuando allí,
junto a la chimenea, entre una sombra
y una lengua de llama,
se me dio todo junto a manos llenas.
Aquello -yo no sé
llamarlo sino aquello solamente-
estaba tan ardiendo con el fuego,
tan abrazado al fin
de todos los finales, que empezó
a no tener principio ya la noche.
¿Quién miraba a los ojos
a quién en ese pozo de ser uno
mi corazón, la vida?
Y no quise saber, pero era cierto:
entró la casa en luna, algo temblaba.
(VICENTE GALLEGO)
El interés desea vestirse de altruismo, la mentira de verdad y la fuerza de justicia: el canalla solo prospera gracias a su amplio armario de disfraces.
ResponderEliminar(NEORRABIOS@)
Se hace tarde muy temprano.
ResponderEliminarSOBRE mi cama
ResponderEliminarqué postizo
y qué afín
tu cadáver. Virginia.
No era carne en alerta
ni espíritu en reposo.
No lo toqué, no quise.
¿Qué podía decirle
a un no-tú tan absurdo?
Pero sí, lo comprendo,
ya es difícil morir
como para ocuparse
de que el cadáver signifique algo.
Nada.
Quizá por eso
me hechizaba tu muerte, me aturdía
su perfección,
su antimilagro puro.
(RAFAEL ESPEJO)
ENTRE DOS LUCES (Eloy Sánchez Rosillo)
ResponderEliminarCaminar muy temprano,
entre dos luces aún, en la mañana
revuelta de febrero,
por esta carretera ahora sin nadie.
A mano izquierda, el mar,
que es todavía parte de la noche,
y que apenas se ve,
confuso y encubierto por la bruma,
pero del que se oyen
el bronco respirar y los estruendos
de sus arduos quehaceres invernales.
Y a la derecha, al margen de mis pasos,
en su milagro íntimo,
el verde juvenil y tembloroso
del trébol con rocío.
El problema de todo es la desempatía.
ResponderEliminar¿Parece menos temeroso aquel juicio,
ResponderEliminarmás miserecordioso el juez,
si cada uno es de sí mismo
acusador y acusado,
y cielo e infierno?
(KATHLEEN RAINE)
Te busco por la casa de la memoria
ResponderEliminarpero también allí las habitaciones se desvanecen.
(KATHLEEN RAINE)
Los de la ambulancia tocaron su frío
ResponderEliminarcuerpo, lo subieron, pesado como el hierro,
encima de la camilla, trataron de cerrar la
boca, cerraron los ojos, ataron los
brazos a los lados, desplazaron
un mechón de pelo, como si les importara,
vieron la forma de sus pechos, achatados por
la gravedad, se la llevaron
bajo la sábana, digamos,
esaleras abajo
Esos hombres nunca volvieron a ser los mismos. Más tarde
se fueron, como siempre,
a tomarse una copa o dos, solo que no podían
mirarse a los ojos.
Sus vidas dieron
un vuelco, uno tenía pesadillas, extraños
dolores, impotencia, depresión. Al otro no
le gustaba su trabajo, su esposa se veía
distinta, sus hijos. Incluso la muerte
le parecía diferente-un lugar donde ella
estaría esperando,
y el otro se encontró a sí mismo, ahí parado, por la noche
en el umbral del cuarto de dormir, escuchando
a una mujer respirar, tan solo una mujer
normal
respirando.
(SHARON OLDS)
Hoy estoy feliz con las sábanas de la vida.
ResponderEliminarLavé las sábanas.
Tendí las sábanas y las vi
aletear y elevarse como gaviotas.
Cuando estuvieron secas las descolgué
y hundí mi cabeza en ellas.
Todo el oxígeno de la tierra en ellas.
Todos los pies de todo los bebés del mundo en ellas.
Todos los calzones de todos los ángeles del mundo en ellas.
Todos los besos mañaneros de Filadelfia en ellas.
Todos los juegos de saltar pintados sobre las aceras en ellas.
Todos los caballitos hechos de trapo en ellas.
Así que esto es la felicidad,
ese agente viajero.
(ANNE SEXTON)
Te busco por la casa de la memoria
ResponderEliminarpero también allí las habitaciones se desvanecen.
(KATHLEEN RAINE)
El futuro es una casa vacía, moradores sin rostro
ResponderEliminaracudirán a su puerta con obsequios idénticos
habitantes de humo y sueños malogrados.
El futuro a la deriva todas las veces roto
por un beso de alquitrán entregado a la muerte
cada vez con la misma fuerza, nadie es capaz de detenerlo.
El futuro afilado y brillante, paciente y frío
abismo de asfalto duro y seco que no se deja sobornar.
El futuro tiene voz de bosque
está lleno de mensajes que obedecen al silencio
no discute con el azar su precisión, su demora, débil armonía.
El futuro entorpece la búsqueda
el recorrido marcado se desvanece al amanecer
como en un salto al vacío.
El futuro no es posible sin profetas
les comió la lengua el gato
ni su silencio será suficiente
cuando llegue la edad de la renuncia.
(ISABEL BONO)
Dónde estará mi arrabal? Quién se llevó mi niñez?
ResponderEliminar¿En qué rincón luna mía volcás como entonces tu clara alegría?
Veredas que yo pisé, malevos que ya no son.
Bajo tu cielo de raso trasnocha un pedazo de mi corazón.
Seguramente había
ResponderEliminarinstalado en un rincón de su jardín
un columpio
y al ser hamacada en él
veía por momentos
por encima del cerco
y mucho más allá
veía ir y venir la vida
como si en esos momentos
entrara y saliera
muy adentro
de su cuerpo
del mundo
de su cuerpo
del mundo
como en un sueño
o en un milagro
fugaz
e inolvidable.
(ROBERT RIVAS)
Delia Elena San Marco (J.L. BORGES)
ResponderEliminarNos despedimos en una de las esquinas del Once.
Desde la otra vereda volví a mirar; usted se había dado vuelta y me dijo adiós con la mano.
Un río de vehículos y de gente corría entre nosotros; eran las cinco de una tarde cualquiera; cómo iba yo a saber que aquel río era el triste Aqueronte, el insuperable.
Ya no nos vimos y un año después usted había muerto.
Y ahora yo busco esa memoria y la miro y pienso que era falsa y que detrás de la despedida trivial estaba la infinita separación.
Anoche no salí después de comer y releí, para comprender estas cosas, la última enseñanza que Platón pone en boca de su maestro. Leí que el alma puede huir cuando muere la carne.
Y ahora no sé si la verdad está en la aciaga interpretación ulterior o en la despedida inocente.
Porque si no mueren las almas, está muy bien que en sus despedidas no haya énfasis.
Decirse adiós es negar la separación, es decir: Hoy jugamos a separarnos pero nos veremos mañana. Los hombres inventaron el adiós porque se saben de algún modo inmortales, aunque se juzguen contingentes y efímeros.
Delia: alguna vez anudaremos ¿junto a qué río? este diálogo incierto y nos preguntaremos si alguna vez, en una ciudad que se perdía en una llanura, fuimos Borges y Delia.
NO ARROJES LEJOS DE TI AL HÉROE QUE LLEVAS DENTRO.
ResponderEliminar(Nietzsche)
Después de que te fuiste
ResponderEliminarla luna vino y brilló
en la ventana vacía.
Pensé en ti como en una flor
arrastrada por el viento,
que siguió su camino
y que nunca podrá regresar.
(SHU CH'I-SIANG)
Tu futuro se eleva en línea recta.
ResponderEliminarSe esfuma en el horizonte como un pájaro.
El mío se queda aquí.
Contra el ventanal del aeropuerto
que rozo con la punta de la nariz.
Sé lo que me corresponde
en el próximo episodio
de nuestra historia de amor:
fundirme a la ausencia para embellecerte
y recorrer la ciudad
convertida en los pasillos
de una inmensa sala de espera
donde se escucha:
PASAJEROS DE LO PASAJERO,
FAVOR PASAR A BORDO.
(JOHN GALÁN CASANOVA)
Ni sé bien si soy yo quien en mí siente.
ResponderEliminar(PESSOA)
Mis manos
ResponderEliminar-dos mundos,
con líneas rectas y curvas
de ríos, montañas y valles
a través de hondonadas cada vez más estrechas,
talladas a lo largo de miles de años-,
mi destino fluye como un agua desconocida y triste
a veces hacia ti,
a veces de ti,
y a veces hacia un objetivo desconocido y remoto.
Las diez medias lunas de un rosa muy pálido
nunca están apagadas
sobre las olas temblorosas de mi sangre
y como testigos eternos, guardan
el dulce secreto de las yemas de mis dedos.
Y si en ocasiones en el abismo del tiempo
los mundos separados de nuestras manos se encuentran,
inmóviles y tranquilas,
confusas por una alegría demasiado repentina,
los dos soles rojos se quedan un momento en nuestra carne.
(ROKHL KORN)
Se te fue de la mano
ResponderEliminarlo soltaste.
Era un pequeño amor
pero era nuestro
y a lo lejos
se hace herida nocturna.
Cicatriz de horizonte que crece.
(ALICIA MARINA ROSSI)
En cuanto ella me de soslayo miró
ResponderEliminarbajó la vista y yo también en cuanto
la miré bajé los ojos
Llegó el mozo e un vaso de vino pedí, ella
pidió no sé.
Entonces nos miramos pero sin saludo,
como a distancia de tres mesas, mudos
como correspondía. ¿Y? Bueno,
para qué.
Tomé un trago y en cuanto
hacía frío de tiempo lógico
salí de haberla visto haciéndome el duro,
esforzándome para no renguear.
(JORGE LEÓNIDAS ESCUDERO)
el rojo fuego es la mañana
ResponderEliminarvioleta el mediodía
amarillo el día se acaba
y después de eso nada
salvo miles de chispas al ocaso
revelan la anchura que ardió
el territorio de plata que
nunca -aún- se consumió
(EMILY DICKINSON)
Si te vas, sé feliz. Y no pienses que es sólo
ResponderEliminarun generoso impulso quien dicta estas palabras,
o el viejo afecto, vivo todavía:
también es el orgullo.
Que la dicha nos sea preferida
es triste, nada más. Pero que el tedio,
la grisura, el cansancio,
aparezcan también mejores que nosotros
a los ojos de aquel a quien amamos,
que prefiera su carga a nuestro alivio…
También por egoísmo, ya lo ves: si es que puedes,
por favor, sé feliz.
(JOSÉ CEREIJO)
Cuando me muera, que arrastren las latas
ResponderEliminarVengan los saltos y los mitotes
Hagan estallar en el aire los chicotes,
¡Llamen a payasos y a acróbatas!
Que mi cajón vaya sobre un burro
adornado, enjaezado a la andaluza...
A un muerto nada se le rehúsa:
¡Yo deseo con fuerza ir en un burro!
(Mário de Sá-Carneiro)
Un número de esquemas limitado:
ResponderEliminarojos así, labios así, distintos tipos
de dientes, de nariz, los pómulos salientes,
las mejillas
un tanto regordetas, los lunares,
el pelo lacio, crespo, rojo u ondulado
y todas las variables que siempre se repiten,
que introducen
ligeras variaciones que ya vimos
en otros rostros, otros días.
Quiero decir que con muy poco se hace mucho,
que alguna forma es la correcta,
alguna se parece vaya a saber por qué
a aquella que buscamos. Por ejemplo,
ahora estás dormida.
(JORGE FONDEBRIDER)
EL TAXI
ResponderEliminarCuando me aparto de ti
el mundo queda mudo
como un tambor que se afloja.
Yo te llamo entre las resaltadas estrellas
y grito entre los desfiladeros del viento
para herirme en los filos de la noche.
Las calles que corren rápidas
unas detrás de otras
me van separando de ti,
y las luces de la ciudad me punzan los ojos
de modo que ya no puedo ver tu rostro.
¿Por qué dejarte a ti
para herirme en los filos de la noche?
(Amy Lowell)