TILDE (Rafael Baldaya)
Acostumbrados desde siempre a escribir “fe” con acento, los académicos les obligaron a desacentuarla (es palabra monosílaba y con ninguna otra se confunde). Y por culpa de aquella decisión todos los creyentes pasaron a sentirse hombres y mujeres “de poca fé”.
Era un guion tan malo que ni siquiera llevaba acento.
ResponderEliminarEs como quitarle a Esther la h.
ResponderEliminarA dónde iremos a parar?