En su discurso el líder del Partido de los Principios habló de compañerismo, de compromiso, de ética y, sobre todo, de solidaridad.
Fue una intervención apasionada que encendió a su auditorio.
-“¡¡ SOLIDARIDAD, SOLIDARIDAD !!” -gritaban todos, emocionados tras oír la alocución.
Seguidamente el líder del Partido sintió ganas de ir al baño. Aquel adalid de la solidaridad cerró la puerta, vació su intestino y (tal como acostumbraba) no pasó luego la escobilla del váter.
Pues no es muy solidario que otro u otra tenga que limpiar tu mierda
ResponderEliminarBastante frecuente, por desgracia.
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